Por motivos laborales estuve una estadía considerable en Buenos Aires. Fue entonces que conocí a Martín. Compañero ocasional de trabajo y compañero ocasional de mi habitación de hotel.
Martín y yo nos divertíamos, fuera y dentro de la cama. El sexo era muy bueno. Pero yo no quería nada más. Y Martín tampoco.
Cuando volví a mi ciudad, de vez en cuando, nos comunicábamos por mensajes al celular o por el chat.
Cierta noche, pasando la medianoche, me encontraba tirada en la cama, aburrida de hacer zapping, cuando suena el teléfono de mi departamento. Un teléfono obsoleto, barato, de timbre chillón, esos que se fijan a la pared, digno de llamarse teléfono "fijo". Érase un teléfono a la pared pegado. Por la hora pensé que quien llamaba era mi vieja, para anunciarme alguna catástrofe o para consultarme si quería comer arroz con pollo el domingo. Las urgencias de mi madre son únicas. Agitada llegué hasta el teléfono después de una carrera de obstáculos por el comedor.
- ¿Hola? pregunté casi sin aliento.
- ¿Julia? Soy Martín. ¿Te desperté?
La historia con Martín era muy reciente y él me encantaba. Me emocionó su llamada, y empezamos a conversar de cosas insignificantes, como el trabajo por ejemplo. Y de pronto me dijo algo, no se qué exactamente, pero no fue la palabra lo que me movilizó, si fue la forma y el tono que usó. Tuvo la habilidad de excitarme, hablando, solamente hablando. Inevitablemente, me calenté. Y le seguí el juego, hasta que él también entró en calor. Las palabras comenzaron a ser imperativas, ordenadoras, prescriptivas, y nuestras manos, en nuestros respectivos cuerpos, siguieron minuciosa y meticulosamente las órdenes recibidas. De la silla pasé al suelo frío y duro. Enredada con el cable del teléfono y la ropa que pretendía despojarse del cuerpo seguí adelante. Fue así que se desarrolló mi primera masturbación asistida. A pesar de la incomodidad del suelo y de que el cable no me daba demasiada libertad, no tuve impedimentos para llegar a mi primer orgasmo de sexo telefónico. Martín también tuvo el suyo. Y al terminar ambos, del mismo modo, terminó la "conversación".
Al día siguiente, a la salida del trabajo, me fui de compras. Allá iba yo, orgullosa, caminando hacia mi casa, sujetando una bolsa que acusaba una compra recién hecha en su contenido. Entré al departamento, y como niño con juguete nuevo, impaciente saqué la caja que estaba en el interior de la bolsa, la abrí ansiosamente, y contemplé con cara de alegría la nueva adquisición: Allí estaba, reluciente, impecable, ¡mi nuevo teléfono inalámbrico!
Martín y yo nos divertíamos, fuera y dentro de la cama. El sexo era muy bueno. Pero yo no quería nada más. Y Martín tampoco.
Cuando volví a mi ciudad, de vez en cuando, nos comunicábamos por mensajes al celular o por el chat.
Cierta noche, pasando la medianoche, me encontraba tirada en la cama, aburrida de hacer zapping, cuando suena el teléfono de mi departamento. Un teléfono obsoleto, barato, de timbre chillón, esos que se fijan a la pared, digno de llamarse teléfono "fijo". Érase un teléfono a la pared pegado. Por la hora pensé que quien llamaba era mi vieja, para anunciarme alguna catástrofe o para consultarme si quería comer arroz con pollo el domingo. Las urgencias de mi madre son únicas. Agitada llegué hasta el teléfono después de una carrera de obstáculos por el comedor.
- ¿Hola? pregunté casi sin aliento.
- ¿Julia? Soy Martín. ¿Te desperté?
La historia con Martín era muy reciente y él me encantaba. Me emocionó su llamada, y empezamos a conversar de cosas insignificantes, como el trabajo por ejemplo. Y de pronto me dijo algo, no se qué exactamente, pero no fue la palabra lo que me movilizó, si fue la forma y el tono que usó. Tuvo la habilidad de excitarme, hablando, solamente hablando. Inevitablemente, me calenté. Y le seguí el juego, hasta que él también entró en calor. Las palabras comenzaron a ser imperativas, ordenadoras, prescriptivas, y nuestras manos, en nuestros respectivos cuerpos, siguieron minuciosa y meticulosamente las órdenes recibidas. De la silla pasé al suelo frío y duro. Enredada con el cable del teléfono y la ropa que pretendía despojarse del cuerpo seguí adelante. Fue así que se desarrolló mi primera masturbación asistida. A pesar de la incomodidad del suelo y de que el cable no me daba demasiada libertad, no tuve impedimentos para llegar a mi primer orgasmo de sexo telefónico. Martín también tuvo el suyo. Y al terminar ambos, del mismo modo, terminó la "conversación".
Al día siguiente, a la salida del trabajo, me fui de compras. Allá iba yo, orgullosa, caminando hacia mi casa, sujetando una bolsa que acusaba una compra recién hecha en su contenido. Entré al departamento, y como niño con juguete nuevo, impaciente saqué la caja que estaba en el interior de la bolsa, la abrí ansiosamente, y contemplé con cara de alegría la nueva adquisición: Allí estaba, reluciente, impecable, ¡mi nuevo teléfono inalámbrico!
22 Comentarios:
Perdón por el refrito. Volveré y seré post :D
Ya me parecía que habías escrito esto antes O.o
Igual me parece que diste más detalle ahora no? no recuerdo bien =/
Enigüei, me cagué de risa leyendo este post =D
Un abrazo Jules!
PD: PRI y PLI!
Bueno, para mí sí es primera vez :-P
Che, pero a los teléfonos inalámbricos se le acaba la batería de nada. Cosa de un momento, viste...
Pd: Lean, esa foto de perfil es de Robert Pattison??? Te juro que parece, jajajajajaja.
Besos!
Yo pensé que habías pasado por casa tomada y comprado algo en el localcito rojo!!
Está bien, así no tomás frío si vuelve a pasar :P
Besos!
Nono, ese soy yo O.o
Quién es Robert Pattinson? =/
... *Google* ...
HIJA DE POOH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Bella no es para nada obsesa y termina apareciendo en los "top 10 stalkers" (digo... fans =B) de todos nosotros JAJAJAJJAAJAJJAJAA!!!! Rayos laser para vos Bella! X_x
=P
Se vemos ^^
Lean: :-P
Bella, ambas dos veces que se menciona leo "obesa" ¬_¬
Para mí no fue refrito... simplemente fue una historia que a todos nos ha sucedido y que muchas veces negamos... Canijos.
Saludos y que te sirva el inalámbrico.
JAJAJ LO QUE MENOS PENSÉ QUE HABÍAS COMPRADO ERA UN TELEFONO INALÁMBRICO, EN FIN, BUENA COMPRA, HAY QUE ESTAR PREPARADOS PARA LA SITUACIÓN :)
Qué disfrutes de tu nuevo inalámbrico!
Coincido con el coment de mas arriba. Quien no ha tenido alguna vez una situacion parecida.
Cuando tenes piel con alguien no hay nada que hacerle, las cosas que te digan y como lo digan es un city tour por el Olimpo de las excitaciones.
Beso grande.
No puedo parar de reir....genial, lo suyo, like always... :)
Lo máximo que me he arrimado a una conversación de este estilo es a través del msn, pero ni tanto, simples comentarios.
Nunca se me dio y creo que tampoco la hubiera provocado, porque habría salido corriendo hasta la casa de la susodicha a hacerle cualquier cosa en persona!!
No te preocupes por la repetición, el publico se renueva ;P
Besos madrina!!
La verdad... pensaba que era otra cosa inalambrica (Mente depravada la mía)
Igualmente, yo como un buen geek, disfruto todo lo inalámbrico.
Jejeje Ce vemo!
Refrito o hervido, no lo había leído. ¡Muy bueno!
y yo que vivo sin saldo en el celular
jajajajaja buenismo, pero nena, ya era hora, desde que salio yo tengo uno en casa es muy buen invento jajaja y ademas es servicial
Niña, técnicamente la masturbación es individual...pero eso de masturbación asistida es una licencia que celebro!!
El sexo por teléfono está bueno, mejor incluso que por Chat (ahí tenés que soltar lo que estés agarrando para poder escribir), aunque si sos lo suficientemente ceativo, puede ser excitante y se pueden mandar fotitos ;)
Me gustó el post. Yo ahora escribo ficción (garantía de que nadie me leerá, pero no me rindo).
Beso
Genial :D
Y sí, hay voces y tonos que calientan ♥.
Es muy buena la del inalámbrico en la habitación.
Julia me he divertido muchísimo con tu blog!
y deberia tener un inalámbrico!!!
Hay algunas cosas que no puedo llegar a entender, y que te juro que lo he intentado.Digo el tema de lo ocasional, de lo físico y nada más.... es decir eso de que es un compañero ocasional, que vos no querias nada mas que eso, y el tampoco, y despues decís:::La historia con Martín era muy reciente y él me encantaba. Me emocionó su llamada"
Entonces yo no soy tan anormal jajajajaaj todas las mujeres somos parecidas, nos hacemos la que nada nos importa pero no sabemos separar de cualquier relación el afecto y el apego, y la necesidad de afecto y apego, o yo estoy muy mal jajajaja y mejor te mando un carta!! toy pal psiquiátrico no? o es apenas una neurosis no tan severa jajajajaj
Claudia: ¡Bienvenida! y gracias por los piropos.
Mirá, yo creo que es imposible separar el amor del deseo físico, pero creo que cuando no hay amor si se puede, a veces. Depende la persona y la circunstancia. Cuando yo hago alusión a que la historia era muy reciente y me encantaba, sólo quise decir que me atraía todavía, me encantaba compartir la cama con él y me divertía. Seguramente le tenía cariño, pero no lo quería como hombre para compartir más que la cama o buenos momentos con él. Y es por eso que la historia terminó de la misma manera en que la habíamos empezado: pasándola bien. Y no hubo expectativas por ninguno de los dos en seguir más allá.
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