Quizás sea por la monotonía de transitar las mismas calles una y otra vez, que quieran iniciar una conversación con desconocidos. Quizás estén convencidos de que los extraños puedan brindarle conocimientos sobre la vida actual y hagan profundos análisis de la sociedad que los rodea. Quizás sólo sea para matar el tiempo y el aburrimiento. Quizás piensen que es parte del trabajo, gajes del oficio. Quizás tengan necesidad de comunicación, por más básica, insípida, insignificante y superficial que sea. Quizás sea todo eso o no sea nada irrelevante. Pero no he sido pasajera de un sólo taxista que no haya buscado charla.
La mayoría de la interacciones con los taxistas han sido inofensivas o por demás comunes. Sin embargo algunos personajes se destacan.
Recuerdo que un 24 de marzo, después de un acto en comemoración al golpe del 76, discutí visceral y fervientemente, a riesgo de que me dejara a pie en el medio de la nada, con un taxista fascista que comenzó el diálogo con un "no entiendo a estos hippies" y concluyó con el nefasto "con los militares estábamos mejor". Me bajé indignada y le tiré la plata por la ventanilla.
Estando en Buenos Aires, cierta noche tomo un taxi desde la casa de Cecil hasta la casa de la amiga que me alojaba. Faltaban algunos minutos para las 12 de la noche.
- Este es el último viaje y me voy a casa - comenta el taxista.
- Ajá - le respondo.
- Y si, a la noche yo no trabajo - afirma el taxista, quien tiene ganas, efectivamente, de entablar un diálogo, o simplemente de hablar.
- Ah, no trabaja a la noche.
- No, no, viste, la inseguridad.
Y así empieza todo su discurso prearmado sobre la policía, el gobierno, la delincuencia, y que él no va a exponer su vida por unos pesos, pero no termina de quedarme claro por qué lo expone al chofer que hace el horario nocturno. El tipo sigue con su diálogo devenido a monólogo mientras yo me duermo.
Al día siguiente, en otro taxi, una mujer taxista me conduce hasta La Rural, donde me esperaban Gaby y Cecil, para asistir a la Feria del libro. La taxista hace algún comentario que no recuerdo y otra vez acaece una conversación, primero del clima, luego del tránsito, una mención breve de los baches, y llegamos al tópico que había surgido la noche anterior. Esta vez, la torpeza la cometí yo:
- ¿Usted trabaja a la noche?
- Si.
- ¿Y no le da miedo? - pregunto, recordando el monólogo de la inseguridad.
- No, ¿por qué me va a dar miedo? ¿Vos no salís de noche de tu casa?
- Si, salgo.
- ¿Y salís en taxi?
- No, salgo en auto.
- ¿Y te da miedo?
- No, pero yo no levanto a extraños.
- Yo tampoco levanto a extraños - responde. ¿Cómo que no levanta a extraños?, pienso. Pero no puedo preguntarle porque interrumpe mi intento de hablar - Mirá, cuando las mujeres cambien de forma de pensar, de que pueden hacer lo mismo que los hombres, las cosas van a ser distintas - ¿Qué? ¿Yo escuché mal o esta mujer me está tratando de machista? Entré a la Dimensión Desconocida y nadie me avisó.
- Pero no es una cuestión de género. Hay hombres que tienen miedo porque les roban y por unos pesos le meten un balazo.
- ¿Y de dónde sacás eso, vos? Eso es mentira. Es una mentira de los mismos taxistas que se gastan la guita que juntaron en joda y alcohol, y después dicen que les robaron, cuando se la pasaron de juerga toda la noche.
- ¿Ah, si? ¿Y cuando esos taxistas aparecen heridos de bala? ¿No tiene nada que ver la delicuencia?
- ¿Heridos? Pero no, si alguno aparece herido se lo deben hacer ellos mismos. ¿Vos conocés a alguno que le hayan metido un tiro por robarles? Es todo mentira eso.
- De hecho si, conozco uno. Al padre de una amiga, que es taxista, hace muchos años atrás lo balearon para robarle.
- Bueno, eso habrá dicho él, pero seguro que andaba en otra cosa el padre de tu amiga.
Estuve a punto de mandarla a freír churros cuando diviso La Rural.
- Pero no se qué hacemos hablando de estas cosas feas, cuando hay tantas cosas lindas para hablar. Estas cosas feas se hablan porque se deja entrar al diablo, hay que hablar de lo lindo que es Dios, o del hermoso día que hace afuera.
- Si, muy lindo el día. Déjeme acá.
Desde ese viaje, cada vez que subo a un taxi, tomo mi celular y llamo a alguien por teléfono.
La mayoría de la interacciones con los taxistas han sido inofensivas o por demás comunes. Sin embargo algunos personajes se destacan.
Recuerdo que un 24 de marzo, después de un acto en comemoración al golpe del 76, discutí visceral y fervientemente, a riesgo de que me dejara a pie en el medio de la nada, con un taxista fascista que comenzó el diálogo con un "no entiendo a estos hippies" y concluyó con el nefasto "con los militares estábamos mejor". Me bajé indignada y le tiré la plata por la ventanilla.
Estando en Buenos Aires, cierta noche tomo un taxi desde la casa de Cecil hasta la casa de la amiga que me alojaba. Faltaban algunos minutos para las 12 de la noche.
- Este es el último viaje y me voy a casa - comenta el taxista.
- Ajá - le respondo.
- Y si, a la noche yo no trabajo - afirma el taxista, quien tiene ganas, efectivamente, de entablar un diálogo, o simplemente de hablar.
- Ah, no trabaja a la noche.
- No, no, viste, la inseguridad.
Y así empieza todo su discurso prearmado sobre la policía, el gobierno, la delincuencia, y que él no va a exponer su vida por unos pesos, pero no termina de quedarme claro por qué lo expone al chofer que hace el horario nocturno. El tipo sigue con su diálogo devenido a monólogo mientras yo me duermo.
Al día siguiente, en otro taxi, una mujer taxista me conduce hasta La Rural, donde me esperaban Gaby y Cecil, para asistir a la Feria del libro. La taxista hace algún comentario que no recuerdo y otra vez acaece una conversación, primero del clima, luego del tránsito, una mención breve de los baches, y llegamos al tópico que había surgido la noche anterior. Esta vez, la torpeza la cometí yo:
- ¿Usted trabaja a la noche?
- Si.
- ¿Y no le da miedo? - pregunto, recordando el monólogo de la inseguridad.
- No, ¿por qué me va a dar miedo? ¿Vos no salís de noche de tu casa?
- Si, salgo.
- ¿Y salís en taxi?
- No, salgo en auto.
- ¿Y te da miedo?
- No, pero yo no levanto a extraños.
- Yo tampoco levanto a extraños - responde. ¿Cómo que no levanta a extraños?, pienso. Pero no puedo preguntarle porque interrumpe mi intento de hablar - Mirá, cuando las mujeres cambien de forma de pensar, de que pueden hacer lo mismo que los hombres, las cosas van a ser distintas - ¿Qué? ¿Yo escuché mal o esta mujer me está tratando de machista? Entré a la Dimensión Desconocida y nadie me avisó.
- Pero no es una cuestión de género. Hay hombres que tienen miedo porque les roban y por unos pesos le meten un balazo.
- ¿Y de dónde sacás eso, vos? Eso es mentira. Es una mentira de los mismos taxistas que se gastan la guita que juntaron en joda y alcohol, y después dicen que les robaron, cuando se la pasaron de juerga toda la noche.
- ¿Ah, si? ¿Y cuando esos taxistas aparecen heridos de bala? ¿No tiene nada que ver la delicuencia?
- ¿Heridos? Pero no, si alguno aparece herido se lo deben hacer ellos mismos. ¿Vos conocés a alguno que le hayan metido un tiro por robarles? Es todo mentira eso.
- De hecho si, conozco uno. Al padre de una amiga, que es taxista, hace muchos años atrás lo balearon para robarle.
- Bueno, eso habrá dicho él, pero seguro que andaba en otra cosa el padre de tu amiga.
Estuve a punto de mandarla a freír churros cuando diviso La Rural.
- Pero no se qué hacemos hablando de estas cosas feas, cuando hay tantas cosas lindas para hablar. Estas cosas feas se hablan porque se deja entrar al diablo, hay que hablar de lo lindo que es Dios, o del hermoso día que hace afuera.
- Si, muy lindo el día. Déjeme acá.
Desde ese viaje, cada vez que subo a un taxi, tomo mi celular y llamo a alguien por teléfono.
35 Comentarios:
ahhh se borró mi comentario!!!!
grrrrr
lo mejor es subir con los auriculares puestos o hablando por telefono....
che asi que no sube extraños al taxi? genial!
ah! PRI!
Priii
bueno es el primer comentario que te hacen desde brasil en rigor, asi que vale como pri!!!!!!!!!
yo no les hablo, vivo viajando en taxi minimo 2 veces por dia, pero aprendi a ignorarlos y a hacer que no me den charla, es todo un arte eh.
beshosh, garotinha :)
No hay que hablar con los taxistas... son como algunos periodistas, que opinan y te quieren convencer de que su verdad tiene que ser la tuya.
No hay que darles bola!
Besos!
Como te comprendo, mira...
Taxi driver 1
Taxi driver 2
Jajaja
La charlatanería es una de las características de los taxistas CORDOBESES. No he visto cosa semejante en ningún otro lugar del mundo. Y mirá que he andado bastante.
Fede, pero la tachera devota era de Buenos Aires.
El facho hdp si era cordobés.
por fin posteaste ese diálogo, por el amor de buddha
nunca subestimes el poder de la negación, oh julia
todavía recuerdo la indignación de la pobre Julia, padeciendo la irracionalidad de la tachera porteña :)
besos!
Los taxistas son fuente inagotable de anécdotas e historietas...
Yo viajo seguido por que no tengo coche y voy a jugar a la pelota lejos de mi casa (no da para ir corriendo...) y siempre me toca uno diferente con un discurso diferente!
Terrrrrrrible!!
eso porque sos mina (y bonita)
bueeennnaaaaa
yo los saludo con correción y mutis
si me preguntan algo contesto con un monosilabo y chau
conmigo no hay dialogo
Preo querida, vos te topaste con cada uno al volante...
espero que no hagas viajes muy largos porque sino carísimo el traslado.. besoo
El diablo!!! El diablo!!! Genial.
A mi siempre me tocan chabones que escuchan cumbia villera y me hablan de romper todo, bla, bla, gobierno trolo, etc. Hace poco uno de esos se enojo con mi vieja y mi madre casi se tira del taxi en movimiento, pero mi vieja es así jajaja.
Hoy viajaba en taxi y me hablaban de la inseguridad... Me puse los auriculares y el chabon se enojo "No hay que ser maleducados" me dijo =P genial.
Saludos.
PD: es genial tomar posturas extremistas contrarias a las del tachero, posta =P
Uhhh que garrón!!! yo para no pelear ni les hablo....si hubiera escuchado cosas como esa...no sé, tal vez hubiera entendido mejor por qué estamos como estamos....en fin.
Un beso!
jajajajaa me hiciste acordar a esto: http://dentrodemicrisalida.blogspot.com/2009/08/vuelta-del-marquee-con-un-taxista-con.html
muchos besos :)
Euge fue la única que sacó el tema del "diablo"? O.o
Desde el facho hasta la "tachera testículo de jehová"... qué "mala suerte" (mantené el léxico Leo! ¬¬) que te cruzaste gente así arriba de un coche =/
Ja! mi viejo (tachero) hace exactamente lo mismo que hacemos todos nosotros con los taxistas charlatanes: está en la suya el chabón, pone la radio (le pedís que ponga reggeton y te baja del tacho por poco más =P)
siempre les hablo, les saco cualquier tema, por lo general los termino enloqueciendo yo a ellos
Yo trato de no hablar con los taxistas, me molesta... Si les hablo es para contestar algo que me preguntaron y por cortesía.
Y si no to que quieren hablar, pido disculpas y atiendo una llamada imaginaria...
Subir con un libro, sentarse, abrirlo e intentar leer tampoco funciona. Te hablan igual :-(
Un beso
Yo tampoco hablo con los taxistas, mi mejor fórmula es contestar con monosílabos y guiarlos en la ruta (por la próxima a la derecha, tome la Av. Circunvalar, etc, etc), y no les doy tiempo de llevar una conversación.
Un abrazo
pero haber sabido! la plata que nos ahorrabamos en policia, investigación y la mar en coche! eran ellos mismos !!! que barbaridát! que barbaridát! cosa del diablo! herejes! herejes!
(y no le diste un tatequieto en la nuca?)
Estoy convencida que no les dan la autorización para manejar un taxi si no tienen verborragia certificada. Igual, yo suelo exhibir mi repertorio de caras de asesina serial, y evito en lo posible que me hablen.
Recuerdo particularmente la noche en que el Frente Amplio ganó por primera vez las elecciones nacionales, que en medio de la algarabía que reinaba en las calles de Montevideo, me subí al único taxi manejado por un taxista facho... te juro que buscaba la cámara oculta, porque seguramente ante la sarta de disparates que lanzó, mi cara parecería un retrato surrealista!
gracias por el saludo, Julia, besos
Doña, si no pasaras por eso, quién contaría esas situaciones graciosas?
Saludos!
Con respecto a la cuestión de género, lo digo públicamente (y sé que va a sonar mal)...las mujeres son mas machistas que los hombres.
Porque aplican el machismo (que es un "ismo" y por ende, un peligro) a su conducta.
No creo en el feminismo tampoco, por la misma razón.
Me gusta más la gente que hace trenzas en vez de tirar de ambos extremos de las sogas.
Un beso!
No s{e con cual de todos quedarme... o bajarme, bueno
La última noche que me subí a un taxi estaba tan, pero tan, en pedo que le dejé todo el asiento de atrás bañado en vómito (ojo que había comido torta de choclo al medio día).
Si eso no es justicia, no sé que es.
uufff que conversación dios mio!
al menos los taxistas q me han tocado en la vida han sido re optimistas, jaja
Saludos!
Fran
asi son los tacheros una especie dificil de soportar
Bien, qué pasó que no comenté por acá, eh, eh? Que verrrrrrrrrrgüenza... en fin. Yo nunca tomo taxis así que mucho de taxistas no sé. Lo que sí sé es que la mayoría de esa gente escucha Radio10, no sé por qué será pero es así y bue, mucho más no se puede agregar :S.
Nunca voy a entender por qué la gente se siente obligada a darte sus opiniones, como si fuesen tan importantes. En fin, que se tiren a un pozo!
Beso!
Chaaauu!!! La charla con la taxista fue realmente de otra dimensión... ¿Tal vez la misma en la cuál vive ella?
BEso
yo no tomo muchos taxis, es cierto, pero anécdotas nunca faltan.
Un día, con unas amigas, nos subimos a un taxi con el mísmisimo TACHERCHEGUEVARA!!! estaba vetido como el Che, boina y todo, barba y bigote; tenía en la billetera y colagadas fotos del Che, y venía escuchando León Gieco. Obviamente, nuestro viaje due cantadísimo.
Otra vez, con las mismas amigas, estando algo enferneteadas, nos subimos con un tachero que venía escuchando "no hay nada más difícil que vivir sin tí" de este peludo pedorro, pués también cantamos con una ondaaaaaaaaa!!!
La última. En la misma esquina del Che Guevara, nos subimos con uno, q de verdad, nos dió miedo, para mí venía durocomohuevopaensalada!! Ese viaje fue bien feo...
Saludos
jajajjajajajajajja.
A mi me pasaron tantas cosas... Recuerdo una donde uno me hacia sentar extrañamente para q no le corriera su reloj :S
Y lamayoria me convida cigarrillos. acaso me ven cara de fumadora? yo no fumo :S...
ja. me gusto tus escritos
jja ok!! esa parte de la taxista fue una buena lección!!
Nunca se sabe con que te puede salir un taxista, "gosh".
Po r mi aprte yo también tomé la decisión de entablar conversaciones con los señores levanta extraños =)!!
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